19 noviembre 2009
Lero Lero
El subeybaja me hace doler la cola. Pero no me importa. Desde acá te miro re bien. Y te hago payasadas mientras vos en el arenero comés porquerías. Cuando bajo te tiro arena en la cara para molestarte y cuando subo me río fuerte para que me mires. Pero vos en la tuya. Encontrás un juguetito y te lo ponés en la boca. Se te ve la patita del playmobil, tonto. Tu mamá viene corriendo, te saca el muñequito y te reta. Eso no, es sucio, asqueroso. Lero lero. Eso te pasa por no mirarme. No te importa y seguís haciendo castillitos y pozos con tus palas y rastrillos. Yo sigo subiendo y bajando. Dale. Mirame. No te das cuenta que estoy acá? Dejá de hacer lío y vení a jugar conmigo. Está re bueno éste. Mirá. Cuando bajás podés hacer así con las patas para arriba y te chocás la cola y vas muy fuerte para que el de arriba se choque también y después, cuando te toca a vos subir, el otro te hace saltar y ahí te reís y me río y nos reímos. Es más divertido esto que comer arena. De verdad. Mi mamá le está hablando a tu mamá. Mirá si nos hacemos amigos! Me gusta tu enterito. Y tus zapatillas son muy cancheras. A mi me visten con pollera pero a mi me gustan los pantalones porque además es mas fácil para el subeybaja. El tobogán también está bueno. Y me tiro y estás ahí cerca. Y si me tiro fuerte y me caigo al lado tuyo por ahí me mirás. Pero vos, entretenido con lo tuyo. No mamá, no me quiero ir. Un rato más. Porfa. Si. Y mientras, puede hablar con tu mamá y que se hagan amigas. Y entonces ahí podemos tomar la leche todas las tardes y ver algunos dibus y llenar algunos álbumes y también jugar a las escondidas. Pero despacito porque sino mi mamá me reta. Y también a los autitos porque con mi hermano que es re bueno jugamos un montón a los autitos. A mi las barbys no me gustan porque son todas lindas y tienen muchos vestidos. Si, mejor jugamos a otra cosa. Y ahora elijo yo. Podemos jugar a que vos sos un médico como mi papá y que me curás, querés? Y yo después hago de seño y te enseño a sumar y a restar. Y entonces después hacemos que nos tiramos las tizas pero no me pegues fuerte porque me duele. No. Despacito, te dije. Si. Y ahora canto pri. Canto pri para esconderme y vos contás hasta cincuenta. Sabés contar hasta cincuenta? En el cole mi seño me enseñó. Pero no vale espiar ehh. No, no seas tramposo. Listo. Estoy re bien escondida. Espero. Ya terminaste, salís. Sos muy calladito. No te escucho. Ufa. No vale. Me viste. No, no, no, no. Pido! Pido! Hiciste trampa! Uy…otra vez mi mamá. Un rato más porfi. Porque todavía no me miraste y porque todavía subo, bajo, me tiro, vuelvo, río, grito, hago berrinche y vos como si nada…pero estoy acá! Tengo medias rosas y soy muy buena. Dale, mirame. Me tengo que ir. Voy. Tomá, te regalo esto, es mi autito favorito, cuidalo, no te lo pongas en la boca ni lo pierdas. Si, no me mires así. Sos muy callado vos. Te miré todo el día y vos ni bola. Enseñame a hacer castillitos. Porfa. Me tengo que ir pero ahora que hablamos no me quiero ir pero mi mamá me va a retar. Tengo que ir a tomar la leche. Me parece que se hicieron amigas. Si! Bien! Mirá…vos también te vas. Dale la mano a la nena, dale la mano que vamos a tomar la leche. Bien. Al fin. Vamos a jugar mucho, sabías? Me gusta tu jardinerito, ya te lo dije?
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2 comentarios:
Que re-lindo leer argentino!!!!
Lo único que he echado en falta han sido los párrafos.
Espero volver a disfrutar pronto.
Jajajaja!!! Si!!!
Está muy argentinizado el relato!!!
Gracias!
Tendré en cuenta lo de los párrafos!
Besos!
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