Quien no ha pensado alguna vez en la vida: los amigos,la familia,el trabajo,tu barrio,tu gente... Todos vienen y se van como han venido: en un suspiro.
Quién dice que todo dura; somos frágiles seres que suspiran por encontrar un lugar en el mundo: nacemos,crecemos,nos desarrollamos y morimos. Y en este transcurso del tiempo,aprendemos a convivir con nuestro alrededor,mas no terminamos de hacernos hueco: necesitamos a otros que nos apunten nuestros logros,que nos critiquen nuestros errores y faltas. Sólo nos desarrollamos plenamente cuando entramos en esa vorágine social tendente a regularnos,a frenarnos,que nos hace luchar por lo que ansiamos,por nuestros sueños,por ese sueño que solo vemos individualmente...
Somos hojas de otoño,planeamos desde lo más alto hasta el suelo; sin apenas esfuerzo aprovechamos una corriente de aire y ascendemos de nuevo,viajando a remotos lugares que ni habíamos imaginado visitar,meciéndonos suavemente con la brisa del viento,tranquilamente,en calma.
Sueño que viajo hacia un lugar donde todo sea posible: continuamente me muevo,me desplazo ligeramente,vuelvo donde estaba antes...no me importa adonde vaya,estoy tranquilo,me gusta lo que veo,me gusta con quién voy,hay infinidad de hojas de todos los colores,tamaños y formas viajando conmigo. De aquellas me separo,éstas continúan a mi lado; haga lo que haga y vaya donde vaya,nunca estaré solo.
Sólo espero acabar en un tranquilo y solitario bosque junto con miles de hojas como yo,esperando que llegue el invierno...y que el viaje haya merecido la pena.
1 comentario:
Cuanto te habías metido al cuerpo para ver tantas hojas de tantos colores??
En serio me ha encantado, el otoño y las hojas mecidas por el viento, uno de los mejores similes que he leido. Un abrazo.
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