Hola a todos.
Siento utilizar una entrada para hacer publicidad de un blog, pero tengo la imperiosa necesidad de que sigais mis pasos en un nuevo blog desde el principio.
Me he aventurado, a pesar de saber que cuento con menos tiempo del que creía, a la creación de un nuevo blog. Se basa en una idea que me lleva rondando la cabeza mucho tiempo, se trata de una metáfora.
Una metáfora que no entendereis al principio pero que con el paso del tiempo ireis marcando la senda que sigue y así descubrir el final del camino.
Espero que os guste a todos, y por supuesto os invito a todos a pasaros por él y que me sigais a menudo... no dejaré de escribir en El blog de las letras, y no puedo sino daros las gracias una y otra vez.
Os espero.
P.D.:
http://www.enelbolsillodeatras.blogspot.com/
25 noviembre 2009
19 noviembre 2009
Lero Lero
El subeybaja me hace doler la cola. Pero no me importa. Desde acá te miro re bien. Y te hago payasadas mientras vos en el arenero comés porquerías. Cuando bajo te tiro arena en la cara para molestarte y cuando subo me río fuerte para que me mires. Pero vos en la tuya. Encontrás un juguetito y te lo ponés en la boca. Se te ve la patita del playmobil, tonto. Tu mamá viene corriendo, te saca el muñequito y te reta. Eso no, es sucio, asqueroso. Lero lero. Eso te pasa por no mirarme. No te importa y seguís haciendo castillitos y pozos con tus palas y rastrillos. Yo sigo subiendo y bajando. Dale. Mirame. No te das cuenta que estoy acá? Dejá de hacer lío y vení a jugar conmigo. Está re bueno éste. Mirá. Cuando bajás podés hacer así con las patas para arriba y te chocás la cola y vas muy fuerte para que el de arriba se choque también y después, cuando te toca a vos subir, el otro te hace saltar y ahí te reís y me río y nos reímos. Es más divertido esto que comer arena. De verdad. Mi mamá le está hablando a tu mamá. Mirá si nos hacemos amigos! Me gusta tu enterito. Y tus zapatillas son muy cancheras. A mi me visten con pollera pero a mi me gustan los pantalones porque además es mas fácil para el subeybaja. El tobogán también está bueno. Y me tiro y estás ahí cerca. Y si me tiro fuerte y me caigo al lado tuyo por ahí me mirás. Pero vos, entretenido con lo tuyo. No mamá, no me quiero ir. Un rato más. Porfa. Si. Y mientras, puede hablar con tu mamá y que se hagan amigas. Y entonces ahí podemos tomar la leche todas las tardes y ver algunos dibus y llenar algunos álbumes y también jugar a las escondidas. Pero despacito porque sino mi mamá me reta. Y también a los autitos porque con mi hermano que es re bueno jugamos un montón a los autitos. A mi las barbys no me gustan porque son todas lindas y tienen muchos vestidos. Si, mejor jugamos a otra cosa. Y ahora elijo yo. Podemos jugar a que vos sos un médico como mi papá y que me curás, querés? Y yo después hago de seño y te enseño a sumar y a restar. Y entonces después hacemos que nos tiramos las tizas pero no me pegues fuerte porque me duele. No. Despacito, te dije. Si. Y ahora canto pri. Canto pri para esconderme y vos contás hasta cincuenta. Sabés contar hasta cincuenta? En el cole mi seño me enseñó. Pero no vale espiar ehh. No, no seas tramposo. Listo. Estoy re bien escondida. Espero. Ya terminaste, salís. Sos muy calladito. No te escucho. Ufa. No vale. Me viste. No, no, no, no. Pido! Pido! Hiciste trampa! Uy…otra vez mi mamá. Un rato más porfi. Porque todavía no me miraste y porque todavía subo, bajo, me tiro, vuelvo, río, grito, hago berrinche y vos como si nada…pero estoy acá! Tengo medias rosas y soy muy buena. Dale, mirame. Me tengo que ir. Voy. Tomá, te regalo esto, es mi autito favorito, cuidalo, no te lo pongas en la boca ni lo pierdas. Si, no me mires así. Sos muy callado vos. Te miré todo el día y vos ni bola. Enseñame a hacer castillitos. Porfa. Me tengo que ir pero ahora que hablamos no me quiero ir pero mi mamá me va a retar. Tengo que ir a tomar la leche. Me parece que se hicieron amigas. Si! Bien! Mirá…vos también te vas. Dale la mano a la nena, dale la mano que vamos a tomar la leche. Bien. Al fin. Vamos a jugar mucho, sabías? Me gusta tu jardinerito, ya te lo dije?
07 noviembre 2009
El aullar de tus ojos
Llueve.
Cuenta la canción, que al lugar donde has sido feliz nunca debes tratar de volver.
Cuenta el refrán, que el cementerio está lleno de héroes.
Cuenta el cuento, que aquel que no prevé sufre las consecuencias.
Cuenta la leyenda, que yo alguna vez te quise de mentira.
Cuenta la historia, que este fragmento nunca acabó de escribirse por cuestiones de higiene.
"Caen sobre mis hombros y resbalan sobretodo abajo. Llueve. No, diluvia. Y no me mojo...
Ya no me sorprendo por nada, somos esa generación que hemos perdido por completo la capacidad de asombro. ¿Triste o ilimitar nuestras posibilidades?.
Quiero creer que se trata de la segunda opción, y es tan así que tengo la fe ciega en que tarde o temprano alcanzaré mis metas, mis retos personales. Sin embargo - aquí entra en acción mi pseudónimo "The but man" - estoy renunciando a tantas cosas por ello, que ya no me queda más yo.
Los ríos de ambición arrastraron con su corriente a mis ansias de solemnidad. Necesito una cura de humildad. Dos pasos. Dos pasos son los que va por delante mi cabeza respecto a mi cuerpo, cuerpo torpe, cuerpo malo.
..."
Cuentan las malas lenguas, que no murió sin recubrir tus relatos con esa fina capa de miel con la que se cubren los recuerdos muy pasados.
Cuentan las malas lenguas, que aquella mariposa que cazó para ti provocó huracanes de envidia.
Cuentan las malas lenguas, que murió sólo pero feliz.
Cuentan las malas lenguas, que el aullar de tus ojos mata a personas felices.
Ya no llueve.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)