16 mayo 2009

¿Luna donde estás que no te encuentro?


En la oscuridad que me envuelve mando miradas perdidas a la lejanía. Te busco pero no te encuentro, te siento pero no te veo. ¿Luna donde te escondes que mí mirada ya no requieres?


Pasan los días y las noches. Le pido a las estrellas que te busquen y te digan que necesito tu presencia. Siento que la oscuridad me rodea y penetra.


Cada noche sucumbo a Morfeo y entre mis pesadillas miro al cielo y te observo, nunca te pierdes ninguno de mis sueños. Lentamente amanece y tu figura se desvanece con los primeros rayos del despiadado sol. Ya sólo me queda esperar a la noche y buscarte entre las estrellas.


Noche tras noche las estrellas me acompañan e iluminan. Pequeños astros misteriosos que me susurran palabras de olvido, caricias de deseo e iluminan una nueva senda que no había visto.


¿Luna donde estás que no te encuentro?


Juego con las estrellas, susurros, suspiros, pequeños mordiscos que me provocan recuerdos que poco a poco intento olvidar. Ida y venida; beso y caricia. Noche tras noche las estrellas me acompañan e iluminan.


Luna, no te busco, ni te espero, ya no te necesito. Quizá por la noche cuando bailes entre las estrellas te dedique una mirada y una tierna sonrisa, una mirada reprochándote tu ausencia y una sonrisa de alegría por haberte vuelto a encontrar.