06 julio 2009

Un día más

Ha pasado mucho tiempo. Mucho tiempo desde que mi mente me pedía exhaustivamente que bailara con mis dedos sobre el escenario de plástico negro que asoma sobre mi mesa. Mucho tiempo desde que necesitaba escribir y leer lo que siento. Mucho tiempo desde que un nudo en mi pecho me forzaba a expresar sobre el papel.

Era una cálida mañana de verano, y de nuevo seguía con mi rutinario trabajo, como cada día. No podía quejarme de nada de mi presente vida. Una esposa comprensiva, una familia que me quería, una buena casa,… ¿Quizás me pudiera quejar de la pasada? Fantasmas del pasado siempre aparecen frente a tus ojos cuanto menos te lo esperas y es probable que uno con silueta femenina se hubiera cruzado anoche en mi camino.

La noche pasada, tras terminar el trabajo de cada día, como cada día recojo mis cosas y me dirijo al vagón del metro que me lleva a mi casa, como cada día. Me cruzo con cientos de personas de la aturrullada ciudad, con prisa por llegar a casa para no hacer nada, infelices por no saber cómo alcanzar la felicidad, como marionetas que se mueven con los hilos del estrés. Yo soy parte de ellos, me muevo como ellos, miro al suelo como ellos sólo por no ver mi tristeza reflejada en los vacíos ojos de un desconocido. De repente tropiezo y me siento avergonzado y enojado por haber roto la monótona armonía de almas en pena. De mi boca salen instantáneamente dos palabras, “lo siento”. Palabras que resonaron en mi cabeza mientras levantaba la vista del pavimento de celosía para terminar encontrándome con una larga melena negra como el azabache que giró rápidamente dando paso a un rostro rosado decorado con una sonrisa de luz tenue. Mi alma cayó en la profundidad de sus ojos y cuando estaba ya en el quinto infierno de Dante pude recuperar el aliento. Quien un día fue mi ángel era ahora mi verdugo. Ya había olvidado su cuerpo, ya había olvidado su roce y su aroma. ¿Por qué nuestros destinos habían vuelto a cruzarse? ¿Por qué me dolía el pecho? Su sonrisa se truncó, y mis disculpas se perdieron en el aire.

3 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Muy bueno...
Saludos

PIER dijo...

Hee..
No nos dejes asi!!
Que paso despues!!Que intriga..
Espero la continuación..
Que tengas una buena semana,Abrazos.

DGP dijo...

Magnifico ya era hora que nos deleitases con alguno de tus textos. Me encantó a ver si con suerte te lanzas más a menudo y escribes con más frecuencia.

Saludos, me quedo esperando la continuación.