20 mayo 2007

Las formas del viento

Quien no ha pensado alguna vez en la vida: los amigos,la familia,el trabajo,tu barrio,tu gente... Todos vienen y se van como han venido: en un suspiro.
Quién dice que todo dura; somos frágiles seres que suspiran por encontrar un lugar en el mundo: nacemos,crecemos,nos desarrollamos y morimos. Y en este transcurso del tiempo,aprendemos a convivir con nuestro alrededor,mas no terminamos de hacernos hueco: necesitamos a otros que nos apunten nuestros logros,que nos critiquen nuestros errores y faltas. Sólo nos desarrollamos plenamente cuando entramos en esa vorágine social tendente a regularnos,a frenarnos,que nos hace luchar por lo que ansiamos,por nuestros sueños,por ese sueño que solo vemos individualmente...

Somos hojas de otoño,planeamos desde lo más alto hasta el suelo; sin apenas esfuerzo aprovechamos una corriente de aire y ascendemos de nuevo,viajando a remotos lugares que ni habíamos imaginado visitar,meciéndonos suavemente con la brisa del viento,tranquilamente,en calma.

Sueño que viajo hacia un lugar donde todo sea posible: continuamente me muevo,me desplazo ligeramente,vuelvo donde estaba antes...no me importa adonde vaya,estoy tranquilo,me gusta lo que veo,me gusta con quién voy,hay infinidad de hojas de todos los colores,tamaños y formas viajando conmigo. De aquellas me separo,éstas continúan a mi lado; haga lo que haga y vaya donde vaya,nunca estaré solo.

Sólo espero acabar en un tranquilo y solitario bosque junto con miles de hojas como yo,esperando que llegue el invierno...y que el viaje haya merecido la pena.

09 mayo 2007

Tiempo de Cambio

Te has despertado una mañana diciendo
hoy me voy a comer el mundo?.
Abres la ventana, subes la persiana,
el sol te brilla en la cara...
sonríes, piensas y rompes con la rutina.
Te vistes diferente, te sientes especial,
pareces alegre y enciendes el hilo musical
subes el volume; es tu canción favorita
la empiezas a cantar y te incita
a seguir y bailar...
en pleno trance de sonido,
entra tu madre con estampido
se ríe.... te mira:
“tienes el desayuno en la cocina”
“gracias mamá, espera que ya termina”.
Acabada la sesión de trance
estás cansado pero emocionado,
bajas rápido a la cocina
te sientas, te arrimas...
estás tan decidido que hasta los cereales te has comido
te mueves, sigues y clavas tus pupilas...
te dan la noticia, pero al principio no lloras
dándote cuenta de lo que te espera,
la sonrisa ya no es doctrina.
Te cambia la cara, te agarras el pelo
te das por vencido, eso es veneno
la risa pasa a llanto y de pronto...
el paraíso muere en el asfalto.

03 mayo 2007

El valor del Sufrimiento

¿ Por qué tememos al sufrimiento ? Es una buena pregunta, la gente se cree que la vida se basa, en minimizar y reducir al máximo los momentos de sufrimiento a lo largo de la vida, y no es acertado. La vida tiene momentos de alegrías y momentos de sufrimiento, y de esa lucha entre lo bueno y lo malo, entre lo alegre y lo triste, se basa el fundamento de nuestra vida. La vida sin sufrimiento no sería vida, la gente sin sufrimiento no serían seres humanos, el ser humano tiene que ser digno de ganarse su propio sufrimiento, es un trabajo vital, desde que nacemos hasta nuestro último adiós trabajamos en superar nuestro sufrimiento propio, nuestro calvario personal, que cada uno lleva a su medida.
A nosotros no nos ha tocado saber, nos ha tocado creer, y es en eso en lo que nos basamos cada uno desde su perspectiva sobre el fin del sufrimiento, en nuestras creencias, aunque no quita que aceptemos el sufrimiento como las mismas alegrías de la vida. Al ver llorar a alguien, normalmente lo captamos como un signo de debilidad, y no es para nada correcto, sino todo lo contrario, es un signo de valor, de coraje, de madurez personal, tan profundo que realmente nos damos cuenta, que lloramos para hacer frente al sufrimiento que tanto nos cuesta superar. Esas lágrimas que siempre quedan marcadas, son las lágrimas de la maduración, son las lágrimas con las que llenamos el vaso de valores personales, son las lágrimas con las que regamos la base de una moral firme cuya semilla plantaron nuestros padres en un pasado.

Quien diga que el sufrimiento es innecesario, no sabe lo que es llorar, y lo que es peor, quien diga que el sufrimiento es innecesario, no sabe lo que es la alegría, porque sin sufrimiento, no hay alegría verdadera...
Tom "Aquel chico..."