13 septiembre 2007

Una imágen vale más que mil palabras

Y sí, no tuve remedio, me gustó esto de “andar haciéndome” el Argentino. Aún así, no estoy acá para esto, ni para lo otro; sino para todo lo contrario (Gracias “Les Luthiers” por esta hermosa expresión). Hablemos de cosas menos importantes, hablemos de los que tenemos el don de la palabra, hablemos de los que hacemos del alfabeto un juego interminable y aleatorio, hablemos de hablar…o mejor dicho, de escribir.

Hay casos generales, patrones que con facilidad se cumplen, consejos que cualquier “pibe” puede seguir para escribir, herramientas tan útiles como la propia llave para abrir una puerta. Pero “esto” va más allá del umbral de las puertas de la intelectualidad, de las puertas de la información, de las puertas del vocabulario, de las puertas del saber; “esto” es una ventana. “Esto” (y no aquello) no es una ventana, es LA ventana. Es esa ventana a través de la cual, miraron cada noche la luna personas como Borges, Shakespeare, Bécquer… la ventana que abrieron cada amanecer para oír el insoportable ruido de los pájaros, la ventana que les (a mí incluido) hizo ver lo que no querían ver, la ventana que mancharon con la locura y la atrocidad de una juventud marcada por el don de la palabra. ¿La juventud marcada por el don de la palabra, o el don de la palabra marcada por sus juventudes ? He ahí el núcleo de mi reflexión. ¿Somos propietarios de escribir lo que sentimos en cada momento, o lo que sentimos en cada momento es propietario de lo que escribimos…? Qué más da, sea lo que fuere, soy esclavo de la escritura, y mis papeles del divorcio están plastificados.

Todos me preguntan: ¿Cómo lo hacés? ¿En qué te basas? ¿Cómo…pero…en fin…quién? Siempre me ponen entre la espada y la pared, yo atontado respondo: “Y…no sé viste, escribo nomás…” (se me escapó el acento involuntariamente).He escrito sobre la vida y la muerte, sobre el amor y el desamor, sobre la amistad y la traición, sobre la felicidad y la tristeza…rectifico, no he escrito, jamás escribí. A mi me escribieron.

Me preocupan las manchas de tinta que aprecio en mi alma. Me “escribieron” las líneas de todos mis seres queridos ya fallecidos, cada epitafio está grabado en mi libro del recuerdo, uno de los más grandes de la biblioteca que forma mi ser; ignifugo, impoluto. Me “escribieron” las líneas de todas las veces que pensé en la maldad, la injusticia, la crueldad, la hipocresía, la indignación, la frustración, la “no piedad” de los verdugos; cada conjugación de esas palabras me crea una alergia registrada en mi libro de la consternación, también voluptuoso aunque manoseado y ojeado (del uso temporal que alguna vez en mi vida le he dado). Me “escribieron” las miradas al suelo, las mandíbulas apretadas, los puños cerrados, la ira, la rabia, el orgullo y el ego; y tantas otras recolectadas en mi libro de la desesperación, el más llamativo de mi biblioteca, el menos leído porque me lo sé de memoria. Me “escribieron” con letra chiquitita y en cursiva; la felicidad, lo bueno de lo malo, la sonrisa de mis padres y mis hermanos, la humildad, el honor, la solidaridad, y el aprecio a todo cuanto me rodea; en el libro del maestro, el libro que convierte a los mezquinos en caballeros, el libro del ser humano. Éste es el más pequeño de mi biblioteca, pero está repleto de marca-páginas.

Me encanta escribir, lo hago por placer, mis dedos acostumbrados al vaivén del bolígrafo sobre los folios vírgenes impacientes de saber qué es lo que voy a escribir esta vez. Es una sensación que no puedo describir, es un cuadro de arte moderno que sólo entendemos unos pocos, es una pieza de puzzle, es la cuadratura del círculo.

Todo iba perfecto en la ampliación de mi biblioteca personal, esa que he descrito anteriormente, pero las cosas nunca son fáciles, no existen los finales felices para mis palabras. Una tarde me fui, la dejé abandonada temporalmente, me evadí, me “despisté” y se abrió la ventana de la biblioteca, pero no una ventana cualquiera, se abrió LA ventana. Viento, confusión, ruido, papeles volando por toda la biblioteca, de todos los colores, tamaños y texturas. Siguió el viento y comenzó la lluvia, ahí me di cuenta que jamás tendría que haber despistado esa biblioteca. El viento entraba por LA ventana, el agua de lluvia también, el caos reinó imperativamente durante un día y una noche. Cuando todo acabó, lloré y lloré al abrir la puerta. No podía creer lo que estaba viendo. Tartamudeé pero me auto-culpé. Yo involuntariamente había abierto LA ventana. Gracias a aquel hecho, hoy escribo, pero pagué el más alto precio por ello. Maté (se fue volando) la perfección que rozaban los autores como Borges, Shakespeare, Bécquer… Perdí el significado de lo que significa escribir, y lo peor de todo; todos los papeles que componían mi biblioteca estaban desordenados, mojados… algunos rotos, otros habían volado, otros no se entendían.

Jamás me perdonaré aquello, es algo con lo que tengo que vivir, todavía a día de hoy sigo ordenando los papeles, ya mezclados en diferentes libros, sin rumbo fijo, sin las ideas claras, algunos recuerdos borrados, algunas de las hojas de mis sueños rotas, nombres de personas a las que he olvidado, la humildad voló por la ventana…un desastre. Me prometí a mi mismo romper los cristales de LA ventana, ventana que provocó este desorden emocional. Pero tiene algo, algo tan especial y atractivo, que yo la cuido.

Ahora soy yo, aquel chico que se asoma cada noche a ver la luna, ahora soy yo el que abro cada amanecer la ventana para apreciar el insoportable ruido de los pájaros, yo el que veo lo que no quiero ver. El que ahora mancha la ventana con la locura y la atrocidad de mi juventud marcada por el don de la palabra. Locura que me produjo abrir la ventana con la que respiro, la que nunca debí abrir, la ventana de la escritura.






P.D.: “Una imagen vale más que mil palabras”. Estaba perezoso, no quise buscar una imagen en Google que expresara todo lo que he escrito. Todo lo que he escrito en 1.001 palabras ;)

7 comentarios:

"Aquel chico..." dijo...

Aquí estoy DGP una vez más, me alegra tanto que la gente de otros blogs se pase de vez en cuando a visitarnos. Parecía que los únicos que los leiamos eramos tu y yo. En fin, como tú dijiste estoy aprendiendo a escribir para mí no para el resto.

Nada, para que veas que no huele a despedida, os dejo esto. A ver si ahora con el comienzo de los estudios la inspiracion crece mas...

Gracias.

DGP dijo...

Menuda pedazo reflexión!!!! jeje. La verdad que tienes razón en lo que dices. Es una pena que los otros autores del blog no sean tan activos, da la impresión que estamos solos con nuestras letras.

Me temo que voy a estar una temporada (corta, eso espero) sin escribir, no voy a tener muchos ratos libres y además según mi actual estado de ánimo sería monotemático. Quizá publique textos guardados mios.

Te dejo que publiques tu solito, jeje. Me pasaré para dejarte comentarios y hacer una visita a nuestros compañeros de otros blogs. Ojalá con suerte en una visita a este blog lea a otro autor que no seamos ni tu ni yo (para que haya variedad no por otra cosa)

Un abrazo.

PD: Muy bien en escribir para uno mismo, no te quedarás indiferente y disfrutarás leyendo tus propios textos. (a los demás que les den ;0p)

"Aquel chico..." dijo...

Jajajaja, gracias DGP. Espero leerte aunque sea poco, sinceramente estoy pasando por lo mismo que tú. Del post anterior tuyo, siento eso mismo, y también escribire sobre ese tema, aunque viene de largo y lejos que necesito una sabida censura, ya que gente se puede dar por aludida, y en mi caso puede ser grave. Conclusion, siento lo mismo que tu aunque ahora y digo ahora, no pueda expresarlo !!

Esta reflexion (la de este post) la escribi hace una semana, los que escribimos siempre dedicamos cosas a los demas, pero esta vez, lo dedico a nosotros, a los que escribimos y cada vez que la leo mas, me emociono mas y me encanta... Por nosotros !!

;) Gracias..

cieloazzul dijo...

Perdonen que me inmiscuya en ese diálogo que me he apropiado....
Aquel chico... tu eres palabra/caricia...
Me he perdido en tus parrafos, me he sonreído con cada palabra que te hace tan especialmente seductor.. ahhh!! como me seduce tu acento... imaginarlo y canturrearlo....
Lo que has escrito aquí es un prólogo a la vida/palabra...
1.001 palabras acariciadoras y extremedamante HERMOSAS...
yo abro mi ventana, LA ventana para que entres por ella y me acompañes en ésta vida escrita que se complementa con tintas como la tuya...
Te beso...
también a DGP...
sonrisas para ambos:)

PD. Me permití llevarlos a mi lista de cotidianos..:)

"Aquel chico..." dijo...

Cieloazzul...solemne. Me predispongo a sentir tu querer, me sublevo a la comisura de tus labios, las que han llorado el amor de un padre que "se fue sin irse" como digo yo, los labios que ahora gracias a tus comentarios en mis blog, hacen que mi acento cambie. Nudo en la garganta. Nervios. Compromiso. Así es, cada beso que me mandás en un empujoncito al codo apoyado en mi papel, el cuál escribe para vos y para todos, este comentario como aquel...

Gracias, espero seguir escribiendo y que sea de tu deleite.

Un beso.

DGP dijo...

Bueno, bueno, las chispas de amor van a incendiar el blog!! que bonito!!!

Un beso también para ti cieloazzul, es un placer que nos visites.

cieloazzul dijo...

Aquel chico, donde tu sigas escribiéndo de esta manera, con tu acento que es caricia y tu tinta indeleble no podré dejar de venir aquí, a seguir empujando con besos y sonrisas cada frase que me llega envuelta de sensaciones...
Eres un artista de la palabra...:)

mmmmmm DGP.... chispas del amor!! anda!!!

Ambos son una tentación...
Una delicia para soñar:)
Les beso a ambos...
con ilusión y cariño....