12 diciembre 2006

Una Rosa


Insignificante Rosa comparada con una diosa, insignificante el calor del sol comparado con un rayo de tu corazón. Las palabras difícilmente podrían expresar todo lo que por ti siento; me estalla el corazón cuando te veo, puede ser un tópico, pero no es falsedad, es simplemente la desnuda verdad. ¡Un regalo! Un insulto parece a tu lado. Que podría regalarte, si tú al día me regalas mil y una palabras, mil y una miradas, mil y una sonrisas, mil y muchas de tus maravillas. Que insignificante regalo, mi corazón no puedo dártelo, pues con el vivo, con el siento y con el te amo. ¡Un regalo! Esta insignificante Rosa no se marchitará a tu lado, por que el compás del tiempo lo tienes en tu mano. ¡Un regalo! Que tristeza más grande cuando no estás a mi lado. Esta insignificante Rosa ahora la más alegre de todas, contigo no podrá estar triste, no sufrirá ni padecerá ningún mal, pues con tu sola presencia todos los males le alivianarás. ¡Un regalo! La Rosa más humilde que podías encontrar, te la has quedado. ¡Un regalo! Mi vida a tu lado, para mí, eso si que es un regalo.

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