23 noviembre 2006

El Mar


El mar con tenues movimientos mece a la luna y acuna mi alma. El mar con sus brillos blanquecinos refleja la luz de la luna y baila en mi cara. Su dulce y constante susurrar me hacer recordar aquel sentimiento olvidado. Su horizonte perdido entre las tinieblas de la noche arropa mi corazón entre lágrimas estrelladas. La humedad viste mi piel entre sedas algodonadas mientras el viento me transporta palabras enamoradas. El quebrar de las olas contra la dura roca rompe malintencionados pensamientos. Por fin entro en trance, me olvido de la tierra que piso y me transformo en mi querida agua salada.

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