27 noviembre 2006

De un Mártir


Mirarte o cerrar los ojos, reír o llorar, hablar o callar. Son las dudas que tengo cuando te veo. Se me ocurren tantas cosas al verte, que no puedo expresar ninguna. Cuando estoy a solas contigo, tengo piel de gallina, ojos de cordero, escalofríos en el corazón y un deseo incontrolable por tu amor.

Cuando siento tus dedos tocar mi piel, me estremezco entero. Si estuvieras conmigo ahora, dejaría todo lo que estoy haciendo por conseguir una sonrisa de tu corazón prisionero, esa luz que llena de vida mi corazón y da sentido a mi vida, eso que tantos esperan y añoran y no lo consiguen, pues no te pueden querer tanto como lo que yo te quiero.

¡Tú! Alimento de mis pasiones y locuras, ¡tú! Tentación que todo lo mueves, ¡tú! Energía que da la vida, si no te tuviese no sé lo que me pasaría.
(Para mi peque)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué bonito!

DGP dijo...

Muchas gracias, de verdad que agradezco los comentarios y las impresiones que os causan mis escritos.